viernes, 12 de octubre de 2012

tips básicos para maridar un vino



Él es interesante, penetrante, sabio. A veces con cuerpo, otras delicado, cálido o también refrescante. Joven o maduro. Experimentado o debutante. Blanco, oscuro o una mezcla de ambos. Hay de todo y para todos. Solo, es maravilloso, pero a veces, cuando encuentra a su pareja ideal, el resultado es simplemente mágico.

El vino es capaz de aliarse de una manera poderosa con ella, su alma gemela, la comida. Pero, como pasa en la vida, no todas las parejas son perfectas ni todos los matrimonios duran toda la vida. ¿Cómo hacer para mezclarlos de forma correcta e ingeniosa? Patricia Guzmán, enóloga chilena de la Viña Concha y Toro, nos da algunas claves para aprender amaridar.
1. EN LA EXPERIMENTACIÓN ESTÁ EL GUSTO
Para enamorarse primero hay que encontrar al compañero perfecto. Para hallar al ideal primero hay que divertirse con los equivocados. Para saber qué vinos preferimos primero hay que probarlos.

2. INVESTIGA
Si alguien es de tu interés, te preocupas por saber más sobre él. Aplica esta máxima a la hora de maridar. Guzmán recomienda interesarse en saber qué ingredientes componen los platos y a partir de allí “buscar sinergias con las propiedades, aromas, sabores y texturas que entregan los vinos y, por lo general, ir tratando de encontrar cosas que vayan calzando entre sí”.

3. ¿LOS OPUESTOS SIEMPRE SE ATRAEN?
Tanto en las relaciones como en el maridaje uno puede escoger entre dos caminos. Puede irse por el sendero de las coincidencias o por el de las diferencias. “Puedes buscar dos cosas parecidas, que maridan muy bien y hacen ‘levantar’ o puedes buscar un contraste”, afirma la experta.

“Por ejemplo, un cebiche o un tiradito que está preparado con limón anda muy bien con un sauvignon blanc, con influencia del océano pacifico, el cual entrega una mineralidad que acompaña muy bien la que traen los platos con frutos marinos. La acidez, jugosa y rica, del palto también va muy bien con el vino”, explica la experta.
“Un carmenere, por otro lado, puede presentar notas más especiadas, que a veces recuerdan a la pimienta negra, lo que le da un poquito de picor, por lo que podría ir muy bien con la comida criolla, con un lomo saltado”. En ambos casos, la relación se basa en las coincidencias de ambos protagonistas. Sin embargo, los contrasten también generan mezclas ganadores.
“Al mezclar un vino con un poco de dulzor con quesos, baja un poco el dulce y se equilibra con los sabores y la cremosidad de estos productos, formando una sinergia muy rica”, añade la chilena.
4. FUERA PREJUICIOS
Atrévete a no dejarte llevar por lo que dicen los demás. Muchos hemos escuchado que los pescados y mariscos deben ser acompañados de vinos blancos, mientras las carnes, con tintos. Para Patricia esto no tiene que ser siempre así.

“Muchas veces se puede jugar. Un tinto puede maridar muy bien con un pescado o marisco, pero para eso hay que sacarle el limón al plato, porque este produce como un choque gustativo al mezclarse con el vino, se descuadra y uno siente una sensación rara, como metálica”, indica.
5. LA CARNECITA DEL ASUNTO
Aunque por lo general en esto del maridaje no hay leyes inquebrantables, ni preceptos inamovibles, las carnes rojas sí van mejor con vinos de mayor estructura y más fuertes, “porque la carne también es así, más pesada, además los vinos con estas características ayudan a digerir mejor la grasa”, afirma la enóloga de Viña Concha y Toro, quien además recomienda probar este alimento con un shiraz o un cabernet sauvignon.

Finalmente, no olvidemos que aquí la premisa es descubrir, aventurarse en este mundo de sensaciones, experimentar y tener en cuenta que, al final, el que decide es nuestro paladar. El Comercio.pe